Atisbos etimológicos

POR PEDRO ABELARDO IC ESTRELLA

ENCICLOPEDIA

De niño solía pensar que las enciclopedias habían sido escritas por cíclopes. Me imaginaba ésto porque «enciclopedia» y «cíclope» suenan parecido y porque me parecía lógico que gigantes fueran los autores de aquellos enormes libros de la biblioteca de mi casa.

Tiempo después me enteré que los cíclopes fueron exterminados por Apolo y que las enciclopedias fueron escritas por los humanos.

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Un cíclope de la película «Furia de Titanes». Fotografía tomada de Google.

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POLIINSATURADAS

En sexto de primaria una amiga me preguntó durante el recreo el significado de la palabra Poliinsaturada. Le dije que no sabía así que saqué mi celular para «goglear» la palabra, pero unos profesores metiches que habían escuchado nuestra conversación se adelantaron a mi búsqueda y nos dieron unas ridículas explicaciones.

Una maestra dijo que era un adjetivo para llamar a las ciudades sobrepobladas —porque está muy saturada de gente—, otra que hacía referencia a una ciudad con muchos policías y otro, que una ciudad donde vivían muchos políticos.

Entonces mi compañera les dijo:

—¿Y todo ésto qué tiene que ver con mis Sabritas?

Entonces finalmente «googleé» con mi celular el significado de la palabra y resultó ser un tipo de grasa. Acto seguido una maestra me confiscó mi celular porque “los celulares están prohibidos en la escuela”.

Después de clase mi mamá fue a recoger el celular y me contó entre risas que la maestra me había tachado de «majadero» por haberla corregido.

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GALENO

Durante los inútiles cursos de Inducción que nos impartieron a los alumnos de Arqueología en la Facultad de Ciencias Antropológicas, un profesor preguntó a mi clase:

—¿Saben qué significa Galeno?

Un compañero dijo que Galeno es un sinónimo para “médico” o “doctor”.

—Así es— contestó el profesor y lo felicitó por su “enciclopédico conocimiento sobre la lengua española”.

Despues volvió a dirigirse a la clase preguntando si sabíamos el origen de esta palabra. Como nadie le contestó, comenzó a explicar que esta palabra tenía sus orígenes en el antiguo Egipto, donde los médicos de la corte del faraón hacían “gala de sus conocimientos”.

—¿Qué no era por un doctor griego?— le pregunté a mi compañera de al lado.

—Sí, ¿verdad?— me respondió.

Clases más tarde, el profesor de Antropología Física habló en clase sobre el médico Galeno y sus aportaciones a la humanidad.

V0002113 Galen. Lithograph by P. R. Vignéron.
Galeno. Ilustración tomada de Google.

A un año de enseñanzas y aprendizajes

POR PEDRO ABELARDO IC ESTRELLA

CONSTANCIA
Constancia del primer curso que impartí. Fotografía de Pedro Abelardo Ic Estrella.

 

Según mi diario personal muy íntimo (y mínimo), hoy 24 de enero de 2020 cumplí un año como catedrático en la Facultad de Ciencias Antropológicas, de la UADY.

Este año he impartido tres cursos de lengua maya para principiantes, uno de mitología maya peninsular y otro sobre poesía maya. En total, 150 horas presenciales en salón y quien sabe cuántas más calificando tareas, leyendo reportes de lecturas, elaborando temarios y programando las clases.

Yo agradezco al Dr. Felipe Salvador Couoh por darme las facilidades y la confianza para que yo pueda impartir mis cursos.

Y agradezco con especial cariño a todos mis compañerxs que han invertido su tiempo tomándolos. Ustedes me animan a seguir dando clases (y a no darme de baja de la Facultad).

Como muestra de mi aprecio por todos ustedes, ángeles míos, les comparto el libro “Cambios y permanencias en las lenguas mayenses. Premio Regional de Ensayo Social «Alfonso Villa Rojas» (2015)”.

El libro me lo regaló la Mtra. Flor López Bates —ella siempre tan detallista con nosotros los estudiantes— hace un año antes de que yo entrara a dar mi segunda clase.

Parte del libro (el ensayo del Dr. Hilario Chi Canul) estaba escaneado porque lo empleo como lectura introductoria del curso «Introducción a la lengua maya yucateca II». Ahora todo el libro está digitalizado.

La noche de hoy se los comparto para celebrar mi primer aniversario como profesor universitario.

Premio Villa Rojas

LINK PARA LA DESCARGA GRATUITA:
CONTENIDO DEL LIBRO:
  1. Presentación, por Mtro. José Alberto Alonso Ovando.
  2. Prólogo, por Dr. Oliver Le Guen.
  3. Prolegómenos. El diálogo como esencia vital de la lengua maya, por Dr. Fidencio Briceño Chel.
  4. El elocuente canto de las voces mayas para la permanencia. Cambios y variedades lingüísticas en el habla de Naranjal Poniente, por Dr. Hilario Chi Canul.
  5. U ki’iki’ juumil u k’aay maaya t’aano’ob utia’al u xu’ululo’ob. U k’éexelilo’ob yéetel u yak’ililo’ob u t’aan Naranjaal Ponieentee, por Dr. Hilario Chi Canul.
  6. El discurso profético. La identidad étnica en la narrativa oral de los mayas de Quintana Roo, por Marcos Núñez Núñez.
  7. La acamaya Quintana Roo. Un actor en el desarrollo de las lenguas mayenses de la Península de Yucatán, por Sofía Marisol Berlín Villafaña.

El grupo K’áax lee para la naturaleza en maya

POR PEDRO ABELARDO IC ESTRELLA

 

 

Ayer, martes 22 de octubre, algunos miembros del grupo K’áax Biopaisaje y profesores de la Facultad de Antropología nos reunimos en el espacio de Livraria a leerle en lengua maya a la naturaleza.

Antes de empezar el evento, mientras decidíamos que poemas leer, comimos unos tacos de calabaza frita que la maestra Flor preparó. La calabaza nos supo mucho más rica porque fue cultivada y cosechada por nosotros en  la Facultad.

A las dos de la tarde, una vez seleccionados los poemas, comenzó la actividad. Las y los estudiantes y profesores ahí reunidos leímos y discutimos poemas de Briceida Cuevas Cob y de otra autora que no recuerdo.

La actividad «Leyéndole a la naturaleza» consistió en leer poemas en lengua maya yucateca y su respectiva traducción al español para que podamos apreciar la lengua maya y pasar un tiempo entre amigos.

La actividad —que duró media hora— fue organizada por la maestra Flor López Bates, fundadora y coordinadora del grupo K’áax Biopaisaje.

Les comparto uno de los poemas de Briceida Cuevas que leímos la tarde de ayer.

Maya yucateca: 

WOLIS T’AAN

Ch’e’ene’ ma’ uts tu t’aan a pulik tuunich ti’i’.

Ka ch’amik u ch’e’eneknakil.

Júumpuli’ ma’ uts tu t’aan báaxal beyo’.

Wa taak a báaxal tu yéetele’

woliskuunt a t’aane’

ka jalk’esti’,

bin a wil bix ken u ka’a sutil ti’ teech.

Traducción al español:

PELOTA DE VOZ 

Al pozo no le gusta que le tires piedras.

Lastimas su quietud.

Ese juego no le agrada.

Si quieres jugar con él,

haz de tu voz una pelota,

arrójala,

verás que te la devuelve.

 

Los catedráticos también nos discriminan

POR PEDRO ABELARDO IC ESTRELLA

Me acabo de enterar de que la compañera Alondra Alejandrina denunció a un compañero de salón suyo por discriminación. Entre los feos epítetos por los que fue llamada nuestra compañera está el de “pinche indígena pueblerina”.

La discriminación por parte de los alumnos es cosa común en la Facultad de Ciencias Antropológicas. Basta con darse un paseo por su cafetería o sus pasillos para escuchar más de una vez adjetivos discriminatorios como “naco”, “indio” y “gato”. Sin embargo, este comportamiento no es exclusivo de la comunidad estudiantil: los catedráticos también discriminan.

Gracias al testimonio de Alondra hoy comparto con ustedes, compañeras y compañeros, las siguientes anécdotas.

El semestre pasado me tocó la asignatura de “Fuentes para la Etnohistoria” impartida como materia obligatoria en la licenciatura en Arqueología. Al principio del curso el profesor hablo —no me acuerdo del porqué— sobre la “india” que es violada por el “español conquistador” y que el hijo bastardo buscaba y admiraba al padre violador. En fin, con muchas vueltas, dijo lo que Octavio Paz escribió sencillamente al decir que los mexicanos somos todos hijos de la chingada.

Para finalizar su cátedra ejemplificó este “trauma colonialista” diciendo:

—Hay unos ridículos que cada año van a encadenar a los Montejo allá al Paseo de Montejo ¡Ya supérenlo!

Mis compañeros de salón rieron; yo no. A mí me ofendió este último comentario porque yo estuve en el 2013 cuando los Montejo fueron encadenados por académicos en una actividad del Cha’anil Kaaj.

Semanas después me tocó exponer los Chilam Balam ante el mismo profesor. Durante mi exposición hablé sobre el Chilam Balam de Chumayel, Ixil, Kaua y demás libros que se han publicado. Cuando estaba exponiendo la etimología del título Chilam Balam el profesor me dijo de modo agresivo:

—Ay, ya avanza que no es clase de lengua maya.

Esto me enfureció. Al finalizar mi exposición, expuse los facsímiles de los Chilam y me dijo que le tradujera lo que el iba leyendo. Por supuesto que no le traduje nada.

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Otra clase donde también fui discriminado fue en los cursos de Lengua maya que imparten en la Facultad de Ciencias Antropológicas. El mismo profesor me dio clases de “Lengua maya para principiantes” y “Lengua maya intermedio”.

El curso donde se hizo más evidente su discriminación fue en el de Lengua maya intermedio que se impartió en el verano del año pasado. El primer día de clase el profesor se presentó y lo primero que hizo fue preguntar ante toda la clase:

—¿Quién además de Pedro —y dijo dos nombres más de otros compañeros— hablan maya? ¡Qué hablen ahora porque si los descubro a lo largo del curso, los repruebo!

A lo largo de las clases el profesor nos hostigaba a los mayahablantes del grupo con frases como las siguientes:

—Es que ustedes no hablan maya.

—A ustedes sus papás los ayudan con las tareas y como ellos no hablan bien el idioma pues tengo que corregirles sus tareas.

Es caso serio el de este profesor de lengua maya pues el mismo viene de una población del interior del Estado. El doctor discrimina a su propia gente.

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Agradezco que estos profesores ya no me dan clases y ya no tengo que soportar sus abusos. Invito a mis compañeras y compañeros a que ellos de igual manera denuncien a sus agresores.

Pedro Abelardo Ic Estrella, estudiante de Arqueología en la UADY.

Presentan un nuevo título sobre la toponimia de Yucatán

POR PEDRO ABELARDO IC Estrella

     Este sábado se presentó, en la FILEY, «Pinceladas de la historia de Yucatán de Zavala y la toponimia de los 106 municipios», nuevo título del arqueólogo Sergio Grosjean.

PONENTES
De izquierda a derecha José Juan Cervera, el autor Sergio Grosjean y Jorge Rivas. Fotografía de Pedro Abelardo Ic Estrella.

     Los comentarios estuvieron a cargo de José Juan Cervera y Jorge Rivas, quienes contaron algunos episodios del libro como la historia del primer semáforo de Mérida. 

     Por su lado, el autor narró la historia del fusilado de Halachó, el desaparecido Templo de Jesús María y un muy divertido anuncio que dice así: ¿Quiere usted ahorcarse? ¡Compre sogas San Juan!

     El autor, Sergio Grosjean, aclaró que este libro estuvo pensado para los niños.

PORTADA LIBRO
Portada de «Pinceladas de la historia de Yucatán de Zavala y la toponimia de los 106 municipios». Fotografía de Pedro Abelardo Ic Estrella.

     Una vez terminada la presentación, el auditorio se dirigió a comprar el libro en la entrada del salón. Inmediatamente, nos alineamos para que el autor nos dedicase el libro. En mi ejemplar, por ejemplo, el autor escribió: «Con afecto para Pedro Abelardo esperando que este periplo por las tierras peninsulares sea de su agrado». Más abajo, la fecha y su firma. 

    No aguanté a llegar a casa para  leer el libro. Así que lo empecé en el automóvil. El libro es una colección de «estampitas» que nos llevan desde los mayas prehispánicos con la deformación craneana hasta los remedios de la Chichí para evitar el acné en la adolescencia. Estas cápsulas me recordaron a mi mayor ídolo académico, don Alfredo Barrera Vásquez en su libro «¿Lo ignoraba usted?».

    Después de las estampitas va otro libro que se enfoca en la toponimias de nuestro estado. Sergio Grosjean para poder escribir este apartado se basó en fuentes escritas —cita por ejemplo a don Manuel Rejón, William Brito Sansores y Santiago Pacheco— y en trabajo de campo también.

     Sin embargo, le recomiendo al autor que para su próximo libro que trabaje con un corrector de estilo más atento a los detalles. 

PRESENTACIÓN LIBRO
Sergio Grosjean firmando mi ejemplar. Fotografía de Jorge Rivas. 
DEDICATORIA
Dedicatoria del libro. Fotografía de Pedro Abelardo Ic Estrella.

     El libro puede ser adquirido en la tienda Casa 14, ubicada en la calle 72 con 43 y 41 sobre la Av. Reforma, Mérida, Yucatán.

     En la presentación el libro tuvo el valor de $130. Ignoro cuál es el precio en la Casa 14.

Palestinos celebran Janal Pixan

POR PEDRO ABELARDO IC Estrella

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Miembros del jurado. Fotografía del maestro Rendón.
Por primera vez, el jueves pasado fui juez de altares de Janal Pixan en el club deportivo Palestinos por invitación del maestro Jorge Álvarez Rendón. 
 
Los jueces calificamos cinco altares y comimos unos riquísimos tamales, vasos de Coca y una jícara de chocolate.
 
Me divertí mucho. El club Palestinos en ese corto rato que me tuvo como invitado me hizo sentir en familia.
 
El concurso de altares estuvo lleno de momentos alegres y tiernos: el entrenador alzando la voz para que los niños dejen de correr y presten atención al evento, unos niños que escondidos entre los matorrales acariciando a unos gatitos callejeros.
 
Aunque también hubo un momento de tristeza. Cuando estabamos calificado un altar un niño se nos acercó a los jueces y dijo mientras señalaba a la fotografía del altar:
 
—Este niño tenía como deporte favorito el fútbol.
 
Dicho eso se fue a corriendo a otro lado y me dejó con mi corazón hecho puuch’. Aunque enseguida revivió la alegría en mí cuando pensé en la gente que lo quiere, lo extraña y espera ansiosa su llegada para esta fechas.
 
La estampa del evento que más me gustó ver a los niños y a sus maestras hacer cosplay de mestizos y mestizas. Me sentí como en un Senka o Tsunami «regional».
 
En la fotografía aparecemos los jueces. Sentado, nuestro amigo, maestro y cronista de la ciudad Jorge Alvarez Rendón; con bastón en mano, el maestro y cronista Ariel Avilés; detrás del maestro Rendón, el profesor Adrián Aguilar Aké. Y a su izquierda, yo, un ixla’ estudiante de Arqueología.
 
Les comparto el link de la crónica que el maestro Rendón escribió para el Diario:

Palestinos sirve la cena a las ánimas. 

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Imagen de la crónica del maestro Rendón.

Clasismo en la Universidad

POR PEDRO ABELARDO IC Estrella

Palacio municipal de Kanasín. Fotografía cortesía de Google.
Un día, cuando esperaba autobús en el Campus escuché a un grupo de muchachas murmurar mientras reían:
 
—¡Mira, ahí va Kanasín!
 
Giré la cara y vi a un muchacho formándose para abordar el autobús. No entendí por qué le llaman con el nombre de esa ciudad hasta que días después platicando con unos amigos uno dijo:
 
—¡Qué susto que me dio Kanasín hoy! ¡Me viré y estaba detrás de mí; casi me muero!
Me imaginé que lo apodaban de esa forma porque nació en esa ciudad. Es común escuchar que entre amigos se llamen según su lugar de origen: el chiapaneco, el de Izamal, el campechano. Así que para salir de la duda pregunté porque lo llaman con el nombre de esa población a la que los pandilleros le han dado mala fama.
 
Dos compañeros me miraron sorprendidos de mi «ignorancia». Solo uno se atrevió a revelarme el oscuro y clasista origen de ese alias:
 
—¡Le llamamos Kanasín porque parece de Kanasín, wey! ¿Acaso cuando lo ves no sientes que te quiere asaltar?
Mis compañeros cambiaron de tema cuando vieron que no me dio risa. Unos días después una amiga me comentó:
—Ay, pobre de Kanasín, ¿quién fue el pelafustán que lo apodó de esa forma?
—No sé— respondí.
Mi amiga me contó que Kanasín viene de un pueblo del sur. Yo lo único que sabía de él es que tiene una mochila modesta, que es moreno, alto y delgado pero que si lo saludas te responde amablemente. ¿Cómo es que se convirtió en una víctima más del clasismo de la comunidad estudiantil? ¿Sabrá él que lo apodan así?
Uno no escoge el entorno en que nace ni las facciones físicas.
Por eso yo también me pregunto:
—¿Quién fue el pelafustán que lo apodó Kanasín?

La mancha negra… en las votaciones yucatecas

POR PEDRO ABELARDO IC Estrella

 

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La mancha negra… en las votaciones. Fotografía de El Chilam Balam.

Hoy recibí gustoso la Mancha Negra. Después de votar por primera vez, una funcionaria de casilla me tiñó el pulgar derecho para evidenciar que elegí a quienes  quiero que me roben, digo, sean mis representantes en el gobierno.

Estoy orgulloso de esta Mancha Negra porque es totalmente diferente a la que conocí de niño en La Isla del Tesoro. En aquella novela de piratas, la tripulación le dio un pedazo de la pasta de la Santa Biblia a su capitán, John Silver, para destituirlo del mando y ejecutarlo. En los Piratas del Caribe,  aparece esta mancha en la mano de Jack Sparrow, como señal de que el Kraken iría por él por deudor.

En fin, ¡Ha llegado la Mancha Negra a mí por primera vez! ¡He sido marcado! Así que les comparto el canto de los piratas de La Isla del Tesoro, escrita por Robert Stevenson:

«Quince hombres sobre el cofre del muerto.

Ron ron ron la botella de ron.

La bebida y el diablo hicieron el resto.

Ron ron ron la botella de ron»

 

¡Juntemos tapitas por los niños con cáncer!

POR PEDRO ABELARDO IC Estrella

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Área de recolección de tapitas. Fotografía de Pedro Abelardo Ic Estrella.

Ángeles míos, los compañeros del grupo K’áax Biopaisaje quienes coordinamos el Tapatón en la Facultad, les recordamos que están requeteinvitados para que recolecten tapitas de plástico con nosotros. Cada cierta cantidad de tapitas juntadas equivale a una quimioterapia para los niños con cáncer.

Las tapas sirven mientras sean de plástico. Entre las que pueden donar están las de refrescos, botellas y garrafones de agua, suavizantes de ropa, bebidas energéticas, leche, cloro, ácido, axion…

Las tapitas, separadas por color o revueltas, pueden ser dejadas en la entrada de la Facultad de Antropología o se lo pueden entregar personalmente a la maestra Flor Bates, coordinadora del grupo K’áax Biopaisaje.

Flores de madera

POR PEDRO ABELARDO IC Estrella

Por estas fechas los cedros se cunden de flores de madera. Recuerdo que de chico veía a los niños pobres de la colonia recoger las flores que caían al suelo y bajar a pedradas las que seguían en los árboles.

Los pobrecitos tenían a estas flores como juguetes nuevos. Le quitaban las «alitas» a la semilla. Después, las rompían y clavaban en el centro. Así se fabricaban venaditos, cochinitos, aviones de combate, un dinosaurio…
Cuando los cedros dejaban de florar los niños volvían a jugar con lo de siempre: una botella de cerveza, una corcholata, frasquitos de ampolletas y juguetes viejos y rotos que tiraban a la basura los niños bien, como yo.
De chico no entendía por qué algunos niños de mi colonia andaban como perritos callejeros rompiendo bolsas de basura y escarbando en la tierra por juguetes.
En una ocasión le pregunté a mamá por qué andaban buscando juguetes en la basura esos niños. Ella me explicó que son niños pobres y que no tienen dinero para juguetes (a veces ni para comer). Después remató:
—¡Arréglate, vamos a Sears a comprarte un helicóptero a control remoto!